Durante el aislamiento es posible iniciar y sostener un tratamiento no presencial, perfectamente eficaz. Siempre que haya alguien que necesite resolver un problema y pueda hablar del mismo y que haya un profesional abocado a la escucha están dadas las condiciones mínimas y suficientes para llevar adelante una terapia.

Algunas veces nos encontramos frente a problemas que no podemos resolver solos, patrones de conducta que no comprendemos y no podemos cambiar o simplemente angustia que no tiene motivo aparente. Acercarnos a un profesional que pueda escucharnos respetuosamente y sin juzgarnos nos permite encontrar la llave para entender la verdad sobre lo que nos sucede y a partir de ahí buscar las soluciones posibles que nos permitan llevar una vida con más claridad, paz, confianza y felicidad.